A lo largo de los años mi vida solo tiene recuerdos que me alteran la existencia, me angustian y me hacen llorar. Muero de ansiedad por cada caso repetido y eso mata la felicidad de los hermosos recuerdos.
Desde chiquita recuerdo que no era muy feliz que digamos, me faltaba atención, y no es precisamente que deseara ser el centro del Universo, pero creo que esto viene desde la niñez cuando solemos hacer lo que podemos, y siempre otros sobresalen y son sobre valorados, quizá alguien escribió más rápido su nombre y tú que lo escribiste más lento y feo, solo te dicen está bien, cuando el otro recibe un excelente. Es mental, y claro, fue solo un ejemplo. Yo recuerdo que iba en el Kinder, y de algún modo me daba miedo que no hubiera un apoyo adulto a mi lado hasta para ir al baño, me culpaban de cosas que yo no hacía, creo que ahí conocí la impotencia, la rabia, la inseguridad y el miedo.
Cuando tenía al rededor de ocho años, nunca llamé la atención en el sentido de que era la estudiosa solitaria, pero nunca supe por qué, solo no brillaba lo suficiente como niña para tener demasiados amigos, era muy sería, conocí la timidez. Por esta edad pase una etapa de mil enfermedades, desde fracturarme un pie, hasta una simple infección en la garganta. Conocí la debilidad, al ser muy protegida y llena de cariño.
Fui creciendo y me di cuenta que mi necesidad no era ser tímida y estar alejada de la gente, en realidad yo tenía demasiadas cualidades que debían ser aprovechadas, pero mientras solo las reprimí, lo que se convirtió en sensibilidad.
Mi adolescencia no fue fácil, tenía unos kilos de más, quizá por eso me hacían algún tipo de buylling, y yo como imán me juntaba con personas problemáticas, u las típicas odiadas, esa atención que siempre quise o tuve de más, la reflejaba haciendo este tipo de amistades.
Pasé por una horrible depresión de años, causada por traumas reprimidos, dolores del alma, el camino hacía el conocimiento del amor y todas sus formas, pero como todo ciclo, terminó, lo cerré y comencé de nuevo.
Al final, toda mi vida he aprendido cosas, y he adquirido los temibles sentimientos que hoy, torturan mi vida, por ende, tengo mil necesidades emocionales que absolutamente nadie, ni si quiera yo, he logrado satisfacer.
Si, hay vidas realmente traumáticas, la mía no lo es, pero para mi, es mi vida, y son mis causales de sufrimientos y trabas. Cada quien camina con sus zapatos, no por vivir cosas menos drásticas significa que una persona no sufra con la misma intensidad.
Desafortunadamente en la vida nos encontramos a personas que jamás van a ver lo que necesitas, ni van a dártelo. Siempre podrá más su orgullo del YO, sólo yo, y si yo. La gente piensa que todos pensamos y sentimos de igual manera, que si para mi el amor es cuadrado, voy a hacer que mi pareja piense en cuadrado cuando él es un tierno círculo, en vez de que dibuje mi cuadrado en su círculo y ambos nos necesitemos de igual manera desinteresada, así como podemos trazar dentro del cuadrado varios triángulos, y seguir siendo la misma figura, sólo hay que acomodarnos. Así es el amor, de acoplarse.
Hasta ahora me he sentido en la necesidad de tener muchas cosas que no tengo pero que podría, típico pensar que, mereces algo mucho mejor que lo que estas viviendo. No necesariamente tienes que depurar personas, o actitudes, repito, se trata de acoplarse, de llenar necesidades y ser recríprocos, se trata de hacer un loco cóctel de frutas, y comértelo sólo si tienes hambre, si no ahí lo puedes guardar y comerlo cuando desees.
Las actitudes y hasta las personas están allí. solo hay que recordar que todo cabe sabiéndolo acomodar, no tienes que decirle adiós a nada, al contrario, así podrás decirle hola a muchas cosas buenas, pero obvio, si hablamos de una persona, esa persona debe estar dispuesta, pues a la fuerza, ni los zapatos.
Por ejemplo, me encantaría ser más fuerte emocionalmente, dejar de ser sensible, dejar de llorar tanto y por todo, me fascinaría ser una piedra, lo ideal sería encontrar a una persona que acepte que soy así, que ya me moldee a ese modo, y que por más que yo intente, jamás seré una piedra. Necesito a alguien que llore conmigo si lloro, que no me grite tanto porque soy sensible, que no bromee pesadamente, que si enfermo me cuide porque si estando con tanta vitalidad soy débil, enferma lo soy aún más, que no me abandone tantos días porque me duele el alma por la ausencia, que si me surge algo importante este allí para mi, que me llene de amor cuando me quiero descontrolar y me regrese al camino de la tranquilidad, que haga locuras conmigo, que me de la prioridad a mi siempre antes que a su trabajo y que me demuestre que así lo es para cuando por más prioridad que quiso darme no se pueda, yo entienda que en otras ocasiones al menos le he sido más importante, que me regale fines de semana normales, esos que la gente normal ocupa para dar un breve paseo, para ver una película, para descansar del ajetreo de la semana, para aprovecharlos al máximo porque la semana no deja hacer tantas cosas, que cumpla sus promesas a corto plazo, que haga planes a largo plazo y se vean resultados a mediano plazo, un hombre que si yo necesito cariño me lo dé en vez de juzgarme, que si me hace daño alguna cosa generada por un tercero (amigos, familia, trabajo) haga algo para remediarlo, que si debe salir de su zona de confort por la felicidad de ambos, lo haga, que no dude ni un segundo en que nuestro amor lo es todo y es primero que cualquier otra cosa o persona.
Sin embargo, hay personas que jamás nos darán lo que necesitamos porque solo se ocupan en lo que otros necesitan, incluso antes de ocuparse en lo que ellos quieren, la gente se preocupa demasiado por quedar bien, por ganarse la vida o asegurar algo, pero en la vida nada es seguro, ni el trabajo, ni el amor, ni la vida misma. La vida hay que disfrutarla con los seres queridos, y estar siempre allí, lo que sea en beneficio de otros, que sea con medida, que al final uno se queda solo, sin agradecimientos y sin el corazón lleno.
Pero bueno, creo que sueño demasiado, lo único que no creo, es que esto que deseo y necesito sea imposible de encontrar, no sé si lo encontré o si deba seguir buscando, sólo sé que, no voy más allá de las nubes, aún son cosas bastante cerca de la tierra como para ser complacida, porque eso necesito para ser feliz.
Viviré y si mis necesidades no son cumplidas, o al menos equilibradas entre sueños y sentimientos, deberé emprender un viaje de búsqueda y de encuentro. Lo he decidido. No puedo estancarme, solo debo mover mis circunstancias, expresar lo que quiero, y observar las acciones. Soy mujer y tengo derecho a exigir lo que deseo recibir, y obvio, primero, está también lo que yo dé. Ese ya es otro rollo. Hablaba de necesidades...
Mi huella de realidad es que nos guste o no, nuestro carácter y corazón están moldeados, y solamente debemos aprender a vivir así y a conocer lo que necesitamos, encontrar a la persona ideal que se amolde a nosotros, y recorrer un camino sin pretender cambiar, sólo modificar y apoyarse en todo. El amor mismo es un sentimiento que por si mismo, nos muestra que camino seguir, sólo hay que estar muy atentos, las señales siempre son obvias.
Por mi parte tengo a una persona maravillosa a mi lado, y sólo el tiempo dirá si es la persona que llenara todas mis necesidades. Mientras hay que ir trazando el camino, sin olvidar de donde venimos ni nuestros sueños, y fomentar siempre una comunicación, que es el canal para obtener lo que deseamos de parte de quien amas.